La naturaleza ha sido generosa con las Villas Marineras, les ha proporcionado paisajes únicos e impresionantes y, en respuesta a ese regalo del paisaje, la Asociación de Municipios Turísticos “Villas Marineras” apuesta por preservar sus espacios naturales, sus bosques, marismas, rías y ríos, sus islas y sus playas, y todos aquellos espacios que merecen ser disfrutados por las generaciones futuras.
A lo largo de la ruta del Norte asistiremos a un permanente cambio de paisajes, a la sorpresa que nos depara la unión del mar y la montaña, al encuentro con pequeños pueblos y aldeas.
Un perfecto escenario para desviarse de las autovías al encuentro de rincones insospechados.
Mejor recorrer las villas marineras sin prisa, con el corazón y los sentidos alerta, con el libro de ruta abierto para tomar apuntes y… con ganas de saber y con afán por escuchar…
El mar es el cordón umbilical que nos hace creer en lo mismo y mantener una misma relación con los escenarios naturales.