El mar es el vínculo que viste a las Villas Marineras con el blanco de la espuma y el azul intenso de sus mareas. El mar es el medio que ha moldeado sus gentes y que incide tanto en las pupilas como en los sentimientos. El mar es una forma de vida.
Ese mar que nos une, ya sea Cantábrico o Atlántico, se abre además a la costa en multitud de ocasiones dejándonos preciosas playas de las que disfrutar, grandes, pequeñas, abiertas al mar o encajadas entre acantilados, de cantos rodados o extensos arenales en los que captar la luz del sol desde el amanecer hasta el ocaso.