El clima y la orografía de las Villas Marineras, el estar todas bañadas por el mar y el encontrarse la montaña muy cercana a la costa propiciado una gastronomía basada en platos consistentes. El secreto de la reconocida fama culinaria de estas tres comunidades se debe, sobre todo, a las materias primas utilizadas. Las aguas atlánticas y cantábricas que bañan las costas proporcionan fresquísimos pescados y mariscos. Los pastos alimentan el ganado vacuno y lanar, de los que se obtiene carne y leche de primera calidad. La cultura gastronómica se completa con los afamados vinos gallegos y uno de los símbolos de Asturias, la sidra; son famosos, también, los orujos producidos también en las tres regiones.
Al tratarse de Villas Marineras hay que hacer un especial hincapié en los productos que nos ofrece el mar, que durante siglos fue la principal fuente proveedora de alimentos y de trabajo para los habitantes de estas Villas y sobre todo son ellos los que dan fama a las mismas y los que el turista busca fundamentalmente cuando se acerca a nuestras costas.
El mar fue el que dio trabajo a las gentes de estas villas y el que marco su historia desde un principio. Si cuando comenzaron a pescar los marineros lo hacían en las proximidades de las costas, la creciente demanda de estos productos y su exportación al resto de la península y a otros países hizo que cada vez este negocio de la pesca tuviera que alejarse más de la tierra llevando a sus gentes a especializarse en la pesca de altura y convirtiendo a los marineros de estas comunidades en los más afamados de toda la geografía peninsular.
No pretendemos hacer una descripción completa de todos los productos y de las múltiples recetas que con ellos se podrían elaborar, sino acercar un poco a aquellos que quieran visitar las Villas Marineras una pequeña introducción a su gastronomía, con un pequeño acercamiento a la misma que sin duda es una de las principales señas culturales de las mismas.